En Diciembre de 2005 trabajaba de niñera en Boston. Por ser épocas decembrinas y por la buena relación que llevaba con la familia con la que vivía, recibí un bono de aproximadamente $500 usd.
Para mí era mucho dinero para ese entonces! Era como haberme ganado la lotería, estaba muy feliz y no tenía planes aún para ese dinero.
Dos semanas después, mi familia fue a visitarme para pasar Navidad conmigo y mi familia de Boston. En ese tiempo estaba saliendo al mercado la 2a. Generación de iPods y era la onda traer al menos el nano. Estuvimos de shopping la mayoría de los días que estuvieron de visita; después de estar visitando muchas tiendas de varios malls, decidí que quería comprarme mi primer iPod con el bono que había recibido.
Ya había entrado antes a una tienda de Apple, pero no tenía nada de esta marca. Cuando llegamos estuvimos viendo precios de los iPods y sus características, una vendedora de la tienda estuvo atenta a nosotros todo el tiempo y nos resolvía todas nuestras dudas alegremente. Me decidí a comprar el iPod grande blanco de 16Gb, porque tenía mucha capacidad y estaba segura que no la llenaría. El vendedor nos llevó a la caja e indicó a su compañero lo que nos cobraría. Yo sentía mucha emoción y felicidad de estarme comprando con mi trabajo mi primer iPod! Pero no sabía usarlo, y como mi hermana tiene más habilidad para el uso de la tecnología que yo, ella me ayudo con la configuración inicial y a subirle música y fotos, porque yo no tenía más archivos.
Después fui a comprarle una funda para que no se me rayara, y también un iTrip, para poder escucharlo en el coche mientras manejaba o en la grabadora que había en la casa. Un tiempo después compré el cargador para el coche, porque olvidaba cargarlo en la computadora y seguido me quedaba sin batería; y también le compre otra funda y el iHome, para que fuera mucho más fácil cargarlo, y tenerlo en mi mesa de noche.
Fue mi juguetito preferido por mucho tiempo, hasta que la duración de la pila se fue acabando y me llené de actividades que no me permitían usarlo con frecuencia.
Hasta ahora todavía tengo mi iPod, pero hace unas semanas mi novio me regaló el iPod touch porque tenía muchas más aplicaciones y el facetime, con el cual podríamos comunicarnos más fácil ya que el también tiene uno. Ahora ya dejé de usar el iPod viejito, pero aún le tengo mucha estima y no creo desecharlo nunca, por ser una compra muy especial.
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